viernes, 16 de septiembre de 2011


Autógrafos que regalan felicidad 
Barcelona Sporting Club


Firmas de jugadores de Barcelona son gratis pero no tienen precio para el hincha.
En una hoja o en un cuaderno, por qué no en una camiseta o hasta las chicas
 los quieren en el cuerpo. Son los autógrafos que piden los hinchas a los jugadores
 de sus equipos, la firma es el mejor recuerdo que pueden llevarse de los integrantes
de su plantel favorito. Unos los enmarcan, otros los coleccionan y hasta los tienen
entre sus recuerdos, la firma de un jugador de fútbol es como un tesoro para quienes
lo llevan. Lo bueno de todo... estos no cuestan nada, no valen ni un centavo, pero tenerlos no tiene precio.



Claro que si está fuera de Guayaquil y usted lleva una camiseta autografiada tiene
 otro valor, pero nadie le asegura que este sea real, debido que cualquiera le “dará
 firmando”. Para obtener estos solo debe estarse en el momento preciso y en los
 lugares donde están los jugadores.



Las mejores ubicaciones para coleccionar las firmas son los lugares de
 entrenamientos, concentración o en las fueras de los estadios cuando se termina
 el partido. Pero lo esencial es el estado de ánimo de quien lo da, eso es lo primordial
 y porque a la persona que se le pide no tiene la obligación de darlo, es una forma
 cordial de retribuirle la admiración que se le tiene.



El mejor recuerdo



Wilson Muñoz vive en Manhattan, Nueva York, es un hincha amarillo que está pendiente
 de todo lo que le pasa o deja de ocurrir al Ídolo, para él tener los autógrafos de sus
 jugadores es como una reliquia. Con una camiseta nueva del equipo comenzamos
 a buscarle las firmas, nos convertimos en un hincha más, antes lo hicimos para
obras sociales, pero esta vez era para un solo fanático.



El entrenamiento del ídolo fue a puerta cerrada y como si fuera un seguidor más
llegue en busca de las firmas. Ahora estaba en medio de periodistas, uno puede
 darse cuenta que hay futbolistas que se saben el desenvolvimiento de los autógrafos.



Miguel Ibarra, defensa canario, sabe lo que tiene que hacer antes de firmar sobre
 una camiseta, esta debe estirársela un poco y no puede ponérsela encima de
 nada, porque la tinta no coge la misma. “Esta se estira para que quede mejor”,
 expresaba mientras hacía su firma.



Uno de los que signa al por mayor es el capitán Iván Hurtado, siempre que lo
 hace se toma todo el tiempo, pero para que el fanático quede feliz pregunta
cuál es el nombre de quien se lo lleva.



Cuando le decimos si al día rubrica unos 40 autógrafos, bam bam piensa:
“Creo que más, serían unos 100, dependiendo el día”, manifestó uno de los
jugadores más buscados en el Barcelona, algo que también le sucedía cuando
 estaba en la selección nacional.



Hurtado es tan paciente que la firma de un autógrafo para él es algo que le da
 tiempo después de los entrenamientos. Al finalizar entre bromas indicó:
 “Te imaginas si se cobrará por autógrafos, fuéramos millonarios, ja... ja...”.



El entrenador argentino Luis Zubeldía es una de las personas que da más
 firma en el equipo durante estos últimos años. Zubeldía escribe tres palabras
 y el aficionado se va feliz.



José Luis Perlaza, defensa torero, también los da al por mayor, y hasta con
 dedicatoria si se los piden. Matías Oyola es otro de los que le gusta contentar
 a la fanaticada. El juvenil Brayan de la Torre lleva varios meses estrenándose con
los autógrafos, tiene paciencia y le gusta poner su sello.



Otro de los que le toca firmar ahora es Luis Caicedo, el ex jugador del Olmedo da
innumerables signaturas desde que está en el Ídolo que todos los años que
estuvo en el equipo de Riobamba.



Un regalo gratis



Los autógrafos son el mejor regalo que los futbolistas le pueden dar a sus fans
y lo mejor de todo es que estos no tienen precio. Ojo... el autógrafo no siempre es
 la firma que usan los jugadores para sus cuestiones legales.



Hay autógrafos que hicieron historia... como el de Pelé o Maradona. En el ámbito
nacional, tenemos el caso de Carlos Alfaro Moreno, quien patentó su rúbrica en
 la camiseta del equipo que preside.



En el mundo del fútbol, donde los millones de dólares hacen mover la pelota,
hay algo que no tiene valor económico que hace feliz a los fanáticos: un autógrafo.

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