jueves, 13 de octubre de 2011


Sevilla siempre odió Barcelona


No es la primera vez que el técnico del Independiente demuestra su resentimiento contra el ídolo, el año pasado cuando dirigía al Deportivo Quito también dio fuertes declaraciones mientras chullas y toreros peleaban por la repesca de la Copa Libertadores, el 9 de diciembre del 2010, afirmando que “en anteriores definiciones ante Barcelona siempre hubo cosas raras, lo sé porque lo viví en carne propia, todos sabemos como suele ganar Barcelona”.
Eso desató la furia del aquel entonces presidente de la Comisión de Fútbol del cuadro canario, Alfonso Harb. “Realmente estoy indignado con lo que he leído hoy día con las declaraciones de Carlos Sevilla, la semana pasada atentó contra la historia del equipo más popular del país, ahora se pone a atentar contra la hinchada, menospreciándola, eso no es correcto y no lo voy a permitir”, arremetió el Pocho un día antes del cotejo entre ambos equipos.
Al término del cotejo de revancha en el estadio Monumental vino lo peor, Barcelona puso todo y goleó 3-1 al poderoso plantel de la plaza del teatro, pero aun así perdió la serie apenas por el gol visitante, ya que el global fue 3-3. El estratega Rubén Darío Insúa se acercó a darle la mano a Sevilla, recibiendo un cobarde golpe de puño que alcanzó a esquivar con las justas.
Sevilla repite sus episodios de odio y rencor cada vez que ve la amarilla, esta vez poniéndose en un plano de confrontación contra Luis Zubeldía, previo al partido del domingo en el estadio Atahualpa. Luego que el príncipe ignoró sus provocaciones preguntando ¿Quién es Sevilla?, este lo calificó de “improvisado y llorón”, y sin mayores argumentos agregó que “si el señor Zubeldía me quiere ignorar a mí, ni falta me hace que me conozca. Yo tengo buena relación con entrenadores a nivel internacional, una persona como él, ni me va ni me viene, viene acá a sorprender”.
La dirigencia torera ya tomó cartas en el asunto, y el martes en la reunión del Comité Ejecutivo de la Ecuafútbol solicitó abrir un expediente a Sevilla por sus declaraciones contra el club, los árbitros y Zubeldía, basado en el artículo 150 de la Comisión Disciplinaria, que manifiesta que “se sancionará con una multa de 200 salarios mínimos vitales si alguna persona ofendiera de palabra o de obra a los dirigentes de los organismos nacionales o de las Asociaciones Provinciales de los clubes”.
Al respecto Sevilla dijo que no tendrá problemas en asistir a la FEF, aseverando incluso que volvería a expresar sus conceptos “sin ofender a nadie”.

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