miércoles, 11 de enero de 2012

"SERÁ CAMPEONATO DE ALTURA"

El entrenamiento de Barcelona en Quito tiene dos razones principales: que los jugadores tengan la sensación de esfuerzo físico en la altura y que las relaciones humanas se fortalezcan entre los antiguos y los recién llegados. El preparador físico del equipo guayaquileño, Pablo Sánchez, sabe que en diez días no se puede cumplir un trabajo de adaptación a la altura. Además, ese ejercicio quedaría casi sin efecto después de tres semanas de volver al llano.

Sin embargo, para él es vital que los futbolistas sientan esa falta de oxígeno ante el esfuerzo, porque aquello da paso a la memoria fisiológica. “Este es un campeonato de altura y periódicamente tenemos que venir a jugar acá -dice Sánchez-. Nuestros jugadores están preparados para afrontarlo, pero siempre es bueno realizar este tipo de trabajo porque el organismo siente la falta de oxígeno y empieza a prepararse”.

Según él, hasta el momento el trabajo está dando los resultados esperados. Fue clave, dice, la tabla de entrenamiento que entregaron a los jugadores para cumplir mientras estaban en sus vacaciones. A eso se debe también que una de las dos sesiones diarias de entrenamientos está enfocada a lo físico. Generalmente en la mañana, ya que es el horario que se utiliza para los partidos del Campeonato en Quito.

La segunda razón principal para viajar con el equipo es igual de clave, dice el entrenador argentino Luis Zubeldía: la convivencia entre los jugadores ayudará a que se fortalezca la plantilla. “Estar todo el tiempo juntos hace que cada uno conozca más al otro y se compaginen sus personalidades”. No hay actividades grupales extrafutbolísticas para mejorar las relaciones, sin embargo, los jugadores comparten casi todo el tiempo que están fuera de la cancha. Ayer por ejemplo, a las 07:30 asistieron todos al desayuno. 

Allí ya estuvo el lateral derecho Miguel Ibarra, quien la noche del lunes arregló su contrato con Barcelona y jugará un año más en calidad de préstamo. Desde las 09:30 se entrenaron en la cancha principal de la Casa de la Selección durante 105 minutos, en los cuales hicieron potencia y fútbol en espacio reducido. No acudieron el defensa central Jayro Campos y el volante de contención Luis Caicedo. El primero, según Sánchez, hizo un esfuerzo muy grande en la sesión del lunes tratando de igualar las cargas de los demás y debía cumplir una jornada de recuperación; el segundo acusó una molestia muscular y el cuerpo técnico decidió que se entrene en bicicleta estática.

A las 12:00 debían estar en el comedor para el almuerzo. Posteriormente empezaba el tiempo libre en las habitaciones y en las salas de juego. A las 15:30 iban a ser convocados para una merienda deportiva, que se basa en fruta, cereal, tostadas; básicamente los mismos elementos que un desayuno. El entrenamiento vespertino debía iniciar cerca de las 17:00. Luis Zubeldía se proponía incorporar en el grupo los conceptos y movimientos tácticos. También estaba prevista la presentación del volante colombiano José Antonio Amaya, quien llegó al país el lunes y ayer firmó el contrato. Mientras, la cena era a las 20:00.

El director técnico, Luis Zubeldía, apunta otras razones: en la Casa de la Selección hay la infraestructura necesaria para cumplir todo tipo de trabajo, incluyendo la recuperación en zona húmeda. En Guayaquil no cuentan con un sitio tan amplio para que los jugadores puedan estar concentrados y tengan todo tan cerca. La primera prueba para medir si el grupo empezó a compaginarse y a entender sus disposiciones tácticas será este domingo en el estadio de Aucas, donde jugarán el primero de los cuatro encuentros comprobatorios, antes del arranque del Campeonato. El segundo será el 18 de enero en Ambato ante Macará. Para los demás, que se realizarán el 25 en Machala y el 28 de enero, no tienen todavía rivales confirmados. Esta última fecha será para la tradicional Noche Amarilla.

Fuente: Diario Expreso

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