sábado, 14 de abril de 2012

CAMPEÓN ALTERNO HUMILLÓ AL ÍDOLO 


El Ídolo del Astillero cayó por 3-0 ante l a mirada del entrenador Gustavo Costas, que ayer estuvo en las gradas del Olímpico Atahualpa. Mientras Barcelona era humillado en la cancha por Deportivo Quito, en el palco de autoridades, Gustavo Costas, nuevo DT canario, veía a un equipo sin ideas, desmotivado, aletargado, confundido e impreciso.
El cuadro chulla, con un plantel alterno (solo el golero Marcelo Elizaga es titular habitual), fue el encargado de ridiculizar a un Barcelona, que también saltó a la cancha del Atahualpa sin técnico. En el banco de suplentes estuvo Carlos Gruezo, en reemplazo del argentino Luis Zubeldía. Fueron dos realidades distantes las que se vieron anoche, en la goleada azulgrana 3-0.
El Quito fue un equipo solidario, ordenado y disciplinado bajo las órdenes del DT Carlos Ischia. El equipo principal recibió descanso para afrontar el cotejo de la Libertadores este martes, de local, ante Chivas. Los goles de Luis Miguel Escalada, Édder Vaca y Waldemar Acosta, en los minutos 35, 42 y 90+3, confirmaron esa superioridad chulla ante el estelar canario.
Sin embargo, los visitantes deambularon en la cancha, sin brújula. Por ello, los hinchas amarillos que se ubicaron en la tribuna, reclamaron al presidente del club, Antonio Noboa. Él originó la salida de Zubeldía, quien renunció al cargo tras una discusión en el empate con Liga de Quito (1-1) en el Monumental. Los seguidores toreros, a través de las redes sociales y en los portales deportivos del club, exigían la continuidad de Zubeldía, pero esta finalmente no se dio.
El interino Gruezo se paseó en la zona técnica y antes de ordenar las variantes consultó con Walter Guerrero cualquier decisión. Fue en vano, porque sus dirigidos estaban visiblemente desmotivados. Procuró jugar al estilo de Zubeldía, pero sin el DT argentino en la banca, el equipo ni se acercó a su funcionamiento. Noboa, en el palco, estuvo iracundo. Su ceño estaba fruncido y no quiso emitir comentarios al final del compromiso.
Al contrario de Gruezo, Ischia vivía momentos serenos. Su equipo ganaba cómodamente y sin mayores apremios en su área. En la segunda etapa, Barcelona adelantó sus líneas, sin orden ni ideas. Aunque el estratega salió expulsado, el D. Quito siguió manejando el ritmo del encuentro. Acosta realizó su estreno. Tras 10 fechas, por fin pudo jugar el volante uruguayo, quien no tenía la confianza de Ischia. Al final, los hinchas canarios gritaron “¡Zubeldía, Zubeldía, Zubeldía..!”, mirando hacia al sector donde estuvo Noboa.
Fuente: El Comercio

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