domingo, 13 de mayo de 2012

MADRES AMARILLAS CELEBRAN TRIUNFO


Antes de que Barcelona entre a la cancha del estadio Olímpico de Riobamba para medir a Olmedo, Independiente José Terán y Liga de Quito habían jugado para el ídolo, que en esta ocasión no falló. El triunfo 2-0 conseguido ante el ciclón, catapultó a los amarillos al tercer lugar del tablero, igualado en puntos con los azucenas, pero con menor gol diferencia.
No fue un partido atractivo, pero los dirigidos por Gustavo Costas hicieron lo justo para sumar los tres puntos que necesitaban, ante un rival que apenas había conseguido dos triunfos y que con esta nueva caída en su patio quedó sepultado en el último lugar.
En una cancha tan difícil como la del Olímpico, los amarillos optaron por reforzar su defensa y hacer circular rápidamente el esférico, tratando de explotar la velocidad de Michael JacksonQuiñónez y Narciso Mina, pero sin caer en excesos, para no ser víctimas de la altura riobambeña.
La diferencia. El primer gol, anotado en el minuto 6, le facilitó las cosas al elenco amarillo. Narciso Mina penetró por la banda izquierda y proyectó un centro para DamiánDíaz, pero el argentino llegó tarde a la cita con el balón, que continuó su viaje hasta encontrar a Michael Jackson Quiñónez, quien con potente remate venció la resistencia del golero Giovanni Camacho.
Con el marcador a favor, Barcelona pudo manejar mejor los tiempos. Replegó sus líneas cuando fue necesario y al encontrar los espacios intentó aumentar la diferencia, pero la puntería de sus delanteros no estuvo afinada. El conjunto de Héctor el pipa González poco o nada generaba en ofensiva. Con más ganas que fútbol se fue en busca del empate. Un centro de Pedro Gámez fue cabeceado por Prieto, sin llegar a inquietar a Máximo Banguera, quien volvía luego de una larga ausencia por lesión.
Quiñónez y Mina volvieron a llevar peligro a la zona hielera, aprovechando un contragolpe iniciado por Damián Díaz. El disparo de Mina salió ligeramente desviado. El juvenil Jacob Murillo desbordaba constantemente por la izquierda, en un duelo personal con el nacionalizado Pablo Saucedo, quien hizo valer su experiencia y ubicación. Solo en una ocasión Murillo logró superar a su celador y disparar de media distancia, permitiendo el lucimiento de Máximo Banguera, quien con espectacular atajada envió la pelota al tiro de esquina, que no trajo consecuencias.
Al promediar el primer cuarto de la segunda fracción, los entrenadores comenzaron a refrescar líneas. Costas sacó a Díaz e ingresó a José Ayoví, tratando de darle a Mina y Quiñónez un compañero que también colabore con la labor de corte. A esas alturas, la mayor parte de las acciones se desarrollaban en la zona torera. Prieto, de media distancia, probó los reflejos del guardameta visitante, quien demostró mantener intacto los reflejos.
Los ataques de Olmedo eran más seguidos, pero carecían de contundencia. El segundo del ídolo era cuestión de tiempo. En el minuto 83, cuando los locales solo defendían con uno o dos elementos, un largo pase proyectado por Ayoví llegó a poder de Mina. Este superó la marca de Corozo y derrotó a Giovanni Camacho con un disparo que se coló por el primer poste. El asunto estaba sentenciado. Los hinchas amarillos celebraban, mientras los locales exigían la inmediata salida de la dirigencia, a la que acusan de la debacle de su equipo.

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