En el auditorio de la Casa de la Selección el asistente técnico, Alexis Mendoza, explicaba a los periodistas la importancia que va a tener la posesión de la pelota en el partido contra Argentina. Analizaba detenidamente la situación de los tres arqueros de la tricolor y a todos les daba la misma oportunidad para ser titulares. Claro, inclinó algo la balanza cuando dijo que con Máximo Banguera se ha trabajado últimamente. Durante 20 minutos, Mendoza contó cuáles son las principales preocupaciones para los dos partidos por eliminatorias.
Imagen: Frickson Erazo dialoga con Joao Rojas y Jaime Ayoví en la concentración de la Tricolor.
Sin embargo, afuera de ese salón, en los pasillos, en exteriores y en el restaurante se vivía una realidad diferente, muy alejada de esas preocupaciones. Al menos eso demostraron los seleccionados nacionales, quienes muy distendidos disfrutaron su tiempo de descanso. A las 10:10, el volante derecho del Santos mexicano Christian Suárez estaba en el balcón de su habitación sin camiseta. Quiso aprovechar el buen clima para tomar un poco de sol. En ese momento, era el único que estaba por ahí. Parecía que recién se despertaba porque no tenía ánimo para hacer nada más. Se quedó un buen tiempo mirando el paisaje capitalino.
Unos metros abajo de él, en la calle del acceso principal, Frickson Erazo, Joao Rojas y Jaime Ayoví mantenían una amena charla. Se notaba en sus gestos. Rojas, quien lucía una gorra café, gesticulaba mientras contaba la historia y los demás lo miraban, con algo de incredulidad, pero riendo. Jaime Ayoví, que estaba en sandalias, con el cierre de su chompa abierto y la gorra hacia atrás, invitó al coordinador de la selección, Pedro Mauricio Muñoz, a que se sume al momento. Todos rieron durante unos segundos.
Juan Carlos Paredes salió un instante a la puerta central del edificio. Arrimado en el vidrio, mantuvo una conversación por su celular. A su derecha, un par de hinchas que lograron entrar le pedían a Renato Ibarra que posara para una fotografía. En ese momento bajó Christian Suárez y a él también le pidieron una foto. Paredes dejó su teléfono y accedió para que esos hinchas tengan un recuerdo. Después se fue hacia el interior del edificio.
En el restaurante empezaron a desfilar los jugadores. Desde las 10:00 bajaron al comedor a desayunar. En una mesa, Luis Fernando Saritama, Jorge Guagua y Walter Ayoví estuvieron durante treinta minutos. No reían tanto, pero desde afuera se miraba que la pasaban muy bien. Lucían muy relajados. Antonio Valencia se sentó cerca de Walter Ayoví. A ellos se sumó el árbitro Alfredo Intriago, que también está concentrado en el edificio preparándose para dirigir Bolivia contra Chile el 2 de junio. El juez se volvió el centro de atención. Empezó a hablar y gesticular mientras los futbolistas lo miraban con mucha atención.
Para ese momento Luis Fernando Saritama, Christian Suárez, Renato Ibarra y Pedro Quiñónez ya se alistaban para ir a la rueda de prensa. Todos fueron luciendo la camiseta del uniforme que usan en la concentración. Cuando terminó la rueda de prensa los jugadores fueron hacia sus habitaciones. Los que estaban en el comedor también concluyeron sus conversaciones. Había pasado su momento de relajarse y era hora de retomar la concentración. En la tarde debían volver a la cancha principal para cumplir con la segunda sesión de entrenamiento. Iban a realizar algunas repeticiones de los movimientos tácticos.
Fuente: Diario Expreso
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