jueves, 14 de junio de 2012

SUR OSCURA SE TOMO CAWPELL



Para evitar enfrentamientos y prevenir disturbios, los hinchas barcelonistas fueron concentrados por la policía a lo largo de la calle Pedro Moncayo, a partir de Letamendi, a una cuadra del escenario deportivo. A las 3 de la tarde ya había decenas de aficionados amarillos congregados, también optimistas en que su equipo alcanzaría un triunfo. Entre ellos estaba Roque Intriago, de Santo Domingo de los Tsáchilas, que viajó hasta Guayaquil junto a su hijo, Roque, de 14 años, para hacerle barra a los toreros.
Con una sonrisa, el comerciante comentó que "en la Sierra hay incluso más barcelonistas que en la Costa". Se trasladó al Puerto Principal en la mañana y mientras llegaba el momento de ir al estadio, se quedó en la casa de unos hermanos. "Mañana (hoy) regresamos a Santo Domingo". Es el primer partido al que Roque va con su hijo, quien siempre viaja con un hermano mayor. Y estaba seguro de que compartirían una victoria amarilla. "Considero que tenemos equipo para lograr la punta y para pelear el título este año".
John Mosquera fue con 8 familiares, entre los cuales hay barcelonistas y emelecistas. Incluso asistió un primo que los visita desde Estados Unidos. John es barcelonista y mientras aguardaba para poder entrar acompañado de un sobrino, que es emelecista, aseguró que los dos equipos están parejos y tienen iguales oportunidades. Además hizo un llamado para recuperar la fiesta del fútbol. "Es la fiesta del pueblo".
Los vendedores también vieron el chance de ganarse unos dólares, pero no todos tuvieron la misma suerte. Yanina Chávez, de 26 años, llegó desde las 10:00 para vender cornetas y hasta las 4 de la tarde solo le habían comprado dos. "Menos mal que solo traje dos docenas. Cuando el partido es en el Monumental se vende más". En cambio, Alexandra Vera, también de 26, sí había vendido dos docenas de cornetas, la mitad de las que llevó. Embarazada y con su hija de 5 años al lado, la joven reconoció que otras veces le va mejor.
La presencia policial fue masiva. Personal del Servicio Urbano, GIR, GOE, Policía Judicial y de Remonta (Ecuestre) se repartió en los alrededores del Capwell para mantener el orden. Según el coronel Wagner Altamirano, encargado del operativo de seguridad, desde las 06:00 se hizo una revisión de casi todo el estadio (excepto los espacios privados) y en la mañana se realizó la instalación de las vallas. Al mediodía se desplazó parte del personal y en la tarde llegó el resto. Más de mil gendarmes en total.
Fuente: Diario Expreso

No hay comentarios.:

Publicar un comentario