miércoles, 22 de mayo de 2013

DESESPERADOS,TRISTES Y BURLADOS
Desesperados, tristes y burlados
Pacientemente esperaron los jugadores del Deportivo Quito hasta las 16:23 de ayer para recibir, al menos, uno de los cuatros meses de sueldos atrasados. Pero Iván Vasco, presidente, no llegó con la plata.
Vasco ofreció pagarles anteayer, pero después pidió hasta las 16:00. Finalmente, los chullas se cansaron de esperar y salieron furiosos del Complejo de Carcelén. Maltratos, burlados, tristes… Así dijeron sentirse después de que Vasco incumpliera con lo acordado. No es la primera vez que lo hace. Desde hace cuatro meses, a otros desde septiembre, los engaña con el "estamos gestionando".
Esa frase la volvió a repetir ayer, pero los chullas ya no le creen. Lo hizo vía telefónica. Esa fue la razón por la que decidieron: "No volver a entrenar ni a jugar" hasta que la directiva se dé cuenta "de que atrás hay una familia". Esa fueron las palabras de Luis Checa, que además añadió que se sienten tristes. Los chullas tenían previsto viajar hoy a las 18:30 a Guayaquil, para mañana enfrentar al Barcelona.
Aunque todos los jugadores tienen necesidades, los más perjudicados son los jóvenes. Ellos no tienen dinero para alimentarse ni para movilizarse. Es por eso que Fabián Carini ha colaborado con ellos, a pesar de haber cobrado solo el mes de enero, al igual que Federico Nieto y Robert Flores. El dinero para esos jóvenes también llega del bolsillo del técnico Rubén Darío Insúa.
La situación desespera también al DT argentino, que no recibe su sueldo desde septiembre. Por eso decidió hacer públicas esas intimidades. Eso lo dijo el lunes, después del entrenamiento. Ayer, Insúa prefirió estar en silencio. Dirigió la práctica como siempre: pidió perfección, corrigió errores… Después tomó asiento y pasó unos 10 minutos con la cabeza gacha mirando al piso. Más tarde salió de la cancha, junto a sus colaboradores.
En el centro se quedó la mayoría de futbolistas. En otro lado se ubicaron Fabián Carini, Álex Bolaños, Luis Congo… En el primer grupo Luis Checa hablaba a través de su celular, al igual que Jorge Guagua. Tras 25 minutos de diálogo decidieron aguardar la buena nueva. Después de cinco horas de espera, salieron del complejo indignados. "Es una falta de respeto hacernos esperar tanto tiempo", dijo Miguel Ibarra.
Tras la decisión de los jugadores, Wladimir Ortiz, gerente deportivo del Quito, abordó el tema. "Si alguien no está en la capacidad de afrontar el problema, es mejor dar un paso al costado". También reveló que los jugadores no sufren solo por sus sueldos, la alimentación en el complejo también es un problema.
FUENTE: El Comercio

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