“Intento devolver cariño de la gente” |
Díaz es feliz por aportar al equipo y asume con responsabilidad confianza de la hinchada. El reconocimiento del aficionado torero es algo muy valorable para el argentino Damián Díaz, volante de Barcelona. Sus presentaciones lo han hecho ganarse la aceptación de la hinchada, que lo aplaudió en su participación ante Olmedo y Emelec. Esto le genera mayor responsabilidad al Kitu, el nuevo creativo del Ídolo. Considera que hay un gran plantel para lograr cosas importantes. El hincha suele ser implacable para calificar el rendimiento de un futbolista y la afición de Barcelona ha elogiado su juego, ¿Cómo recibe aquello? La verdad, muy contento. Saber que el hincha está feliz con lo que yo produzco me hace muy bien y, a la vez, siento que ayudo al equipo que es lo más importante, aquí no pasa por un jugador, por dos o tres, sino por los once que entramos a la cancha, los chicos que van al banco y los que por ahí les toca quedar afuera en su momento. Trato de devolver todo ese cariño dentro de la cancha. A muchos foráneos les cuesta jugar en Ecuador por los contrastes climáticos, ¿Cómo hizo para adaptarse al fútbol de acá? Yo trato de jugar donde me toca siempre de la misma manera, no cambiarlo porque vaya a Ecuador a Argentina o Chile, mi idea de juego y mi visión de juego siempre es la misma y yo pienso que uno siempre tiene que sacar provecho de las cualidades o las aptitudes que tenga dentro de la cancha y tratar de conocer rápido a los compañeros. ¿Es de analizar a los rivales? Ahora se me complica un poco porque recién llego y por ahí no conozco a los rivales y sí, me gusta saber cómo juegan, si el que juega por el lateral izquierdo es derecho, si los dos volantes centrales uno es más lento que el otro, para pararme por izquierda o derecha, son cosas que uno tiene que saber y a fin de cuentas siempre se les puede sacar provecho. Hace mucho Barcelona buscaba un 10 de sus características y lo ha encontrado. ¿Esto genera mayor responsabilidad? Sí, que me den mayor responsabilidad o generar mayor responsabilidad conmigo mismo me hace bien, saber que confían en mí, que puedo ayudar al equipo la verdad que me pone feliz. Acá tengo que tratar de hacer las cosas bien para mí y para el grupo. Con su llegada, con la inclusión de Duscher y ahora último los seleccionados Sub 20, Barcelona tiene mayores opciones en la zona de volantes, ¿Cómo se siente en ese medio campo? Muy bien. Hay grandes jugadores en el medio campo, te los podría nombrar a todos: Mati Oyola sabe un montón con el balón, Duscher por algo jugó 13 años en Europa, está Daniel Mina y Lucho Caicedo que viene jugando seguido y hasta convierte; la defensa está haciendo las cosas muy bien también; Banguera va a la selección, los delanteros por ahí no tienen la oportunidad de convertir hoy, pero hacen un gran sacrificio arriba. Bueno, todo se valora, cuando por ahí no les toca convertir a los delanteros, tratar de ayudarlos como lo hacemos. Esto es un equipo y los que ganan y los que pierden somos todos. ¿Qué percepción le quedó del Clásico del Astillero? Muy buena. La verdad es que las expectativas se cumplieron como yo pensaba, la gente de Barcelona me sorprendió, llenó el estadio, cantó todo el partido y eso a nosotros nos hace muy bien porque uno lo siente dentro de la cancha y el que te dice que no siente, está mintiendo. Ante Emelec hizo una chilena fuera del área que no es muy común, pero a la vez fue desequilibrante. ¿Le gusta ser diferente en el campo? Sí. Obviamente con responsabilidad y siendo serio porque tengo todo un equipo al lado, el cuerpo técnico, los dirigentes, los masajistas, toda una hinchada; entonces, uno no puede darle el lujo por ser diferente de patear un córner de cabeza (risas), pero sí cuando se presenta la posibilidad de hacerlo porque son jugadas que desconciertan al rival y pueden terminar en gol, como terminó el otro día. Es recursivo, tengo entendido que ante Olmedo también anotó su primer gol de cabeza... El primero y el otro día en el Clásico casi hago uno, ya mostré hilachas de que no es lo mío (risas) pero bueno, ojalá que pueda seguir convirtiendo de esa manera porque son los primeros goles que seguramente voy a hacer y siempre que vengan, vengan en beneficio del equipo, si son de cabeza mejor. En su cuenta Twitter pidió disculpas a la hinchada por no haber ganado el Clásico... Sí, era ya un partido que ya lo teníamos cerrado, si bien la diferencia era poca y podía pasar lo que nos ocurrió, creo que en el trámite del partido fuimos superiores a Emelec y da un poco de impotencia el hecho de empatar ese partido, pero hay que respetar al rival, intentaron en los últimos minutos y tuvieron la posibilidad de empatar y disculpas solamente por eso, porque hicieron el esfuerzo de ir al estadio, pagaron una entrada y dolió no poder regalarles el triunfo. Kitu, K10, son algunos apodos, ¿de dónde vienen? Kitu es de la infancia, de mi mamá, de ser chiquito, fue un diminutivo de cariño y quedó, pero de ahí lo demás son cosas del fútbol y sí los escucho, pero no me siento K10, eso déjalo para Ronaldo, para Messi (risas), yo soy Damián y trato de hacer lo mejor para Barcelona. Tiene tatuado el nombre de su abuelo Carmelo en el brazo... Sí, lo tengo tatuado porque fue el primero que me tocó perder y el único gracias a Dios. La familia es de oro para todo ser humano, yo por ahí al tenerla lejos se hace un poco más complicado, no es fácil estar solo, son las cosas feas que tiene el fútbol, uno lo que ve es que tiene un buen auto, una buena casa, juega en Barcelona, pero bueno... cuando uno tiene la familia lejos ya la plata pasa a segundo plano, es la realidad, cuando la familia no está cerca se hace muy difícil, a mi abuelo no lo tengo más, me lo tatué como para tenerlo más cerca todavía, pero sé que de allá arriba me ayuda, lo pienso mucho, siempre me apoyo en él y por suerte me están saliendo las cosas como yo quiero. Ya ha pasado que la gente lo para en la calle y lo saluda, ¿Cómo toma eso? Feliz. A ellos les alegra el día saludarnos a nosotros y por qué no, a nosotros, al fin y al cabo somos seres humanos, hay que ser humildes y esas cosas son lindas porque cuando no las tienes o no te saluda nadie y dices: pucha, ¿Por qué no me saludan? Ver que uno te da un abrazo, te pide una foto, a uno lo pone contento. ¿La anécdota que más recuerda durante el corto tiempo en Guayaquil? Me dieron la camioneta y la choqué, choqué un auto parado dentro del condominio, ya vamos a hablar, debe estar enojado porque todavía no lo vi, son cosas pequeñas, ojalá que no vuelvan a pasar (risas). |
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