El ministro del Deporte, José Francisco Cevallos, y el subsecretario de esta cartera, Luis Gómez, fueron los más aplaudidos por la afición de Ancón, que se imaginó haber retrocedido en el tiempo para ver jugar a las ex glorias de Barcelona y Emelec.
El Clásico del Astillero de antaño, que fue organizado por el Ministerio del Deporte junto con el apoyo de la Municipalidad del cantón San José de Ancón, conmemoró los 100 años que la tierra de Alberto Spencer (+) cumplió como “capital petrolera”.
A la cita llegaron destacados ex futbolistas toreros y eléctricos, que en la última década se han dedicado a deleitar al público con partidos de exhibición, tanto a nivel nacional como internacional. Desde el puerto principal hasta Nueva Jersey han disfrutado del “Partido Inmortal”.
Una cancha sintética, donde será reconstruido el nuevo estadio de Ancón, fue el escenario escogido por los organizadores del certamen. Allí leyendas canarias como Hólger Quiñónez, Jimmy Montanero, José Gavica, Daniel el Chile Guzmán, Luis el chino Gómez, José Mora, Raúl Noriega, Manuel Uquillas y, por su puesto, el anfitrión, José FranciscoCevallos.
Por el lado de los azules saltaron a la cancha Álex Cevallos, Kléber Fajardo, Ángel cuchillo Fernández, Vidal Pachito, Raúl Avilés, Eduardo tanque Hurtado, Luis Capurro, Pedro Mauricio Muñoz y un invitado especial: Paúl Borbor (alcalde de Ancón).
El partido empezó parejo, con acciones de peligro de parte de ambos equipos. El primero en hacer volar a Pepe Pancho Cevallos fue Hurtado, quien con un remate potente hizo estirar al ministro, que después de 8 meses volvió a ponerse los guantes de arquero y pararse bajo los tres palos.
La actuación de “Las manos del Ecuador” fue impecable durante los 40 minutos (20’ cada tiempo). Su buena reacción y voz de mando en la zaga hizo delirar a los más de 500 presentes en el Clásico.
La primera conquista fue del elenco torero. El autor fue el matador Uquillas, quien recibió un pase de Gavica cerca del punto penal, amagó a Cevallos y remató solo ante el arco.
El festejo de la mayoría de aficionados que era barcelonista, no se hizo esperar y de inmediato se escuchó el clásico canto: “Un solo Ídolo tiene el Ecuador, Barcelona campeón, Barcelona es el campeón...”.
La canción levantó el ánimo de las ex figuras del cuadro canario, tanto que se puso 3-0 arriba en el marcador, tras sendas conquistas del Pavito Noriega y Pepe Mora.
El ballet, desconcertado, descontó tras la ejecución de un tiro penal (5 faltas en baby fútbol es pena máxima). El hermano mayor del Ministro, quien tras inclinarse detrás de su arco -como es costumbre- fue el verdugo.
Parecía que la levantada de Emelec se veía venir. Los ánimos se subieron y con ello el espectáculo también. Dribles de la turbina Avilés, enganches de Pepín Gavica la sutileza del cabezón Fajardo y la entrega en zaga del piquetero Quiñónez, hizo que la afición anconeña delirara de alegría.
El marcador final fue 6-4 a favor del ídolo. Los otros 3 tantos fueron obra del chino Gómez, mientras que por el bombillo, convirtieron Pachito y Avilés, en dos ocasiones.
Fuente: El Telégrafo
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