Prensa: “Barcelona fue mejor” |
Diarios destacan buen juego canario en el clásico y que Morante salvó a Emelec de la derrota.El Universo: “El clásico empate” Fue otro empate en el Clásico del Astillero, el tercero del 2011. Y de no ser por los goles de un volante de marca y otro de un zaguero, logrados en los últimos 16 minutos, el duelo jugado en el Capwell habría tenido menos emociones de las que tuvo ayer. El centrocampista canario Luis Caicedo y el defensa eléctrico Eduardo Morante resolvieron a los 74 minutos y 89m, en ese orden, lo que no pudieron sus compañeros de ataque al decretar el 1-1 entre Emelec y Barcelona. La división de puntos dejó sensaciones distintas en ambos equipos. El cuadro local lo festejó como triunfo, pero al visitante le dolió la pérdida de dos puntos que en cierta forma lo recompensaban por haber sido el que más se esforzó por ganar el duelo. A Emelec aún le cuesta interpretar el esquema 4-3-3 del DT Juan Ramón Carrasco, que solo es ultraofensivo en pizarra, pues en la práctica en el medio campo hay imprecisión, desorden, y en el ataque, mientras los uruguayos José María Franco y Nicolás Vigneri carezcan de definición, lo planeado se diluye ante estrategias más dinámicas, como la que mostró Barcelona. Además Emelec perdió a Fernando Giménez, que es ahora su goleador (amonestado con amarilla), que salió por decisión de Carrasco. El equipo de Luis Zubeldía no fue estático. De un 4-4-2, con un mediocampo en rombo, varió al 4-5-1, y a ratos sumó a la ofensiva Miguel Ibarra como carrilero. Pero, pese a las intenciones más claras de los toreros, con el argentino Damián Díaz como constante generador de peligro en el área rival, el remate final se le complicó sobre todo por la derecha, donde Vinicio Angulo no se conectó con la dinámica del equipo. Por eso se ganó los llamados de atención de Díaz y del mismo Zubeldía. El argentino Aldo Duscher, quien debutaba, también aportó en la contención, y junto al Gordo Lucho Caicedo no se complicaron. Así, en la segunda parte, Caicedo tuvo tiempo para atacar. Marcó el gol al aprovechar una falla el arquero Wilmer Zumba, que no contuvo un balón tras una chilena de Díaz (74m). Parecía que Barcelona ganaba en el Capwell, pero con desesperación los azules entendieron a su manera la táctica ultraofensiva: todos atacaron para ver qué salía. El zaguero Morante empalmó de cabeza un centro del debutante charrúa Brian Lugo, quien solo fue útil en esa acción. Así cayó el empate. El Telégrafo: “Morante salvó a Emelec” El tercer Clásico del Astillero oficial de este año y el 192 en la historia del fútbol ecuatoriano volvió a quedar igualado. Azules y amarillos, que en la quinta y décimo octava fechas de la primera etapa del torneo local dividieron honores, volvieron a hacer lo mismo ayer, tras igualar 1-1 en el Capwell con goles de Luis Caicedo, al minuto 75 (Barcelona), y Eduardo Morante (Emelec), a un minuto del final. Los dirigidos por el argentino Luis Zubeldía se mostraron superiores ante los azules desde el primer minuto, pero estuvieron carentes de definición ante el arco rival defendido por Wilmer Zumba. El juego de Barcelona se daba por el costado derecho, por intermedio de las arremetidas que fabricaban Miguel Ibarra y Vinicio Angulo; por el centro el mentor de las jugadas más peligrosas era Damián Díaz. A los pocos minutos (4’) de haber iniciado el compromiso en el Capwell, el ídolo inquietaba el arco de Zumba, luego de una jugada elaborada entre el kitu Díaz y el malabarista Angulo. Díaz se sacó la marca de Pedro Quiñónez, quien lo marcaba en el medio sector, habilitó de manera precisa para el delantero a través de un pase en callejón, pero en la definición Angulo no pudo ante la salida del golero Zumba. Los amarillos seguían atacando y se mostraban superiores en el medio sector, debido a que Díaz junto a Matías Oyola no podían ser controlados por los volantes de marca de Emelec. A los 11’ Barcelona volvió a inquietar el arco eléctrico, luego de que Oyola generara una buena jugada por izquierda. El pony se sacó la marca de dos zagueros, centró de primera para Pablo Palacios, pero el delantero no llegó con claridad a la cita con el esférico. Damián Díaz era el mejor jugador de los canarios y nuevamente a los 13’ provocaba otra acción de peligro. El volante argentino recibió un pase en el medio sector, a la marca salió Fernando Giménez, pero el kitu se llevó al paraguayo, avanzó unos metros y sacó un potente remate que se fue desviado. Luego de eso, el compromiso se tornó aburrido, pues las jugadas de ambos equipos morían en el medio campo. A los 20’ Emelec despertó y atacó por intermedio de Pedro Quiñónez, quien remató al arco, pero su tiro se fue cerca del palo derecho del arco defendido por Máximo Banguera. Emelec intentaba atacar el marco de Barcelona, pero se encontraban con un Aldo Duscher y un Luis Caicedo que las peleaban todas. Al minuto 25’ Miguel Ibarra se mandó una corrida por el sector derecho, dejando en el camino a Óscar Bagüí, el lateral sacó un centro buscando la cabeza de Angulo, pero no pudo conectar. Barcelona seguía atacando y a los 33’ Oyola se juntó con Díaz, quien se la devolvió cortita para el pony, este último sacó un derechazo al andar, pero el tiro fue despejado por Zumba. Luego de un minuto, por poco cae la primera para los azules. Nicolás Vigneri generó una jugada por derecha, dejando en el camino a Roosevelt Oyola, envió un centro al área, pero al despeje fue Banguera, quien dejó el rebote servido para Édison Méndez, quien remató, pero su tiro se estrelló en el cuerpo del arquero. De esa manera terminaba la primera etapa con ambos equipos volcados al ataque. Para la etapa complementaria llegarían los dos tantos del compromiso. Barcelona, desde el primer minuto, nuevamente salió a dominar el cotejo y a los 75’ llegaría la primera para los dirigidos por Luis Zubeldía. Hólger Matamoros fue el encargado de cobrar un tiro de esquina. Su disparo cayó en los pies de Díaz, quien en el borde del área remató de chilena. El esférico no pudo ser contenido con claridad por Zumba, debido a que le dio un rebote, quedando el balón servido para Luis Caicedo que solo la empujó. Barcelona encendía la caldera, pero este gol no hizo más que despertar a los dirigidos por Juan Ramón Carrasco. Emelec ya no esperaba en su área sino que salió a buscar el arco de Banguera. A los 39’ Marcelo Fleitas por poco anota la del empate, luego de rematar dentro del área, pero su tiro su fue por encima del horizontal. Cuando todo parecía que Barcelona volvería a celebrar en el Capwell (la última vez que ganó en dicho estadio fue el 14 de septiembre de 2008), los de Eduardo Morante anotaron el empate a un minuto del final. El defensa derrotó al golero canario, luego de rematar de cabeza dentro del área, al recibir un centro proyectado por Bryan Lugo, quien fabricó una buena jugada por derecha dejando en el camino al lateral Roosevelt Oyola. Con este resultado azules y amarillos empatan por tercera vez en esta temporada. El conjunto de Emelec se quedó en la sexta casilla con 7 (+4), mientras que Barcelona es quinto con 8 (+2). En la próxima fecha de la segunda etapa del Campeonato Nacional, el bombillo visitará al Deportivo Cuenca, mientras que el ídolo recibirá al Imbabura. El Comercio: “Barcelona fue más que Emelec” Barcelona estaba seguro de que el triunfo era suyo. Corría el minuto 89 del partido cuando el defensa Eduardo Morante se elevó en el área y apagó la celebración de los amarillos en las gradas. Barcelona mantuvo la iniciativa desde el primer minuto, pero terminó pidiendo tiempo y encerrado en su cancha. La reacción de Emelec al final del cotejo le alcanzó al equipo dirigido por el uruguayo Juan Ramón Carrasco para empatar un compromiso que parecía que lo tenía perdido. Pese al empate, Barcelona jugó mejor que Emelec. Practicó un juego más ágil, versátil y dinámico. Los azules, en cambio, no tuvieron control en el medio campo y carecieron de jerarquía ofensiva. El tanto de Morante llegó en la segunda jugada de peligro que los azules generaron en la etapa complementaria. Antes lo habían hecho con un tiro libre cobrado por Édison Méndez. El argentino Damián Díaz asumió la conducción del equipo canario desde el primer minuto. Eso hizo que el medio campo del conjunto que dirige Luis Zubeldía sea más agresivo que Emelec. La labor de Díaz empezó a los cuatro minutos del primer tiempo. El gaucho ejecutó un pase a profundidad para Vinicio Angulo, este dominó la pelota pero la estrelló sobre el pecho del arquero Wilmer Zumba. Diez minutos más tarde el mediocampista torero apareció nuevamente. Lo hizo con un potente remate de media distancia que salió sobre el horizontal. El kitu, como apodan a Díaz, fue incontrolable para la zaga y el medio campo azul. Tanto así que durante una pausa en el partido, Carrasco y Marcelo Fleitas le ordenaron a Pedro Quiñónez que no lo dejara controlar la pelota y que se proyectara al ataque. Quiñónez obedeció la orden, pero Díaz buscó los espacios para continuar inquietando al rival. Lo hizo con la ayuda y el relevo de su compatriota Matías Oyola. En los eléctricos, Méndez no gravitó. La marca del argentino Duscher absorbió al kinito. El aporte del uruguayo Nicolás Vigneri, refuerzos de los azules, tampoco influyó. Participó poco en las jugadas que trataron de hilvanar Méndez y el paraguayo Fernando Giménez. El otro uruguayo, José María Franco pasó también inadvertido. Brian Lugo entró en el segundo tiempo y lo único que hizo fue empezar la jugada que concluyó en el tanto de los locales. Según Zubeldía el empate fue producto de una desconcentración de la zaga. “Numéricamente éramos inferiores en la jugada del gol. Fue una arremetida del rival”, explicó el entrenador de Barcelona que, al igual que Carrasco, debutó en el clásico del Astillero. Este fue el quinto empate entre los dos clubes desde la segunda etapa del 2010. La figura: Damián Díaz fue un motor en el Capwell El mediocampista argentino fue el conductor de Barcelona y el jugador más hábil y dinámico de los toreros. Solo en el primer tiempo generó cinco jugadas de riesgo cerca del arco defendido por el guardameta Wilmer Zumba. La contrafigura: N. Vigneri aportó poco en la ofensiva El volante uruguayo cayó fácilmente en la marca del defensa juvenil torero Roosvelt Oyola . Cada vez que le pasaban la pelota la entregaba inmediatamente y no encaraba a los jugadores rivales, lo que dificultó a su equipo |
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