martes, 27 de diciembre de 2011

IDOLATRÍA DE CARLOS MUÑOZ NUNCA MUERE


Cuatro días después de haber dado el pase a los canarios a la Copa Libertadores con tres de sus goles, el frentón falleció en la vía a Playas. Sí, el 26 de diciembre de 1993 falleció el delantero Carlos Antonio Muñoz Martínez, pero de ahí en adelante su figura se agigantó y pasó de ser uno de los jugadores más destacados de Barcelona a uno de los máximos ídolos del ídolo.
En aquella época, la general sur era la que más se llenaba en el Monumental, por lo que la dirigencia canaria, encabezada por Isidro Romero, decidió ponerle al sector de mayor acogida en el Coloso del Salado el nombre de Carlos Muñoz Martínez, en honor a aquel delantero que se había impregnado en la memoria de los hinchas con sus goles, los que eran una mezcla de bravura con habilidad técnica.
La Sur Oscura se ubica actualmente en la general que lleva el nombre del frentón, por esto los barristas consideran a Muñoz como su padrino, al que le claman cada vez que el equipo está falto de gol. La leyenda “a sudar la camiseta como yo la sudé aquí” está en una de las paredes internas del estadio y tiene la foto del ex delantero machaleño, nacido el 13 de noviembre de 1964, esto en alusión a que Muñoz era uno de los jugadores que más se entregó en la cancha, según los hinchas canarios.
Justamente a la general sur se dirigió Muñoz el 22 de diciembre de 1993, cuatro días antes de su muerte, a celebrar el tercer gol que le marcó a El Nacional. Su último tanto con la divisa torera lo gritó como el resto (se agarró de las rejas, se fundió en un solo festejo con los hinchas presentes). Barcelona necesitaba vencer a los militares para clasificar a Copa Libertadores de 1994 como vicecampeón, y el frentón anotó los tres tantos con los que los “amarillos” avanzaron al torneo continental.
La madrugada del 26 de diciembre, Muñoz viajó hacia Playas y sufrió un accidente que le costó la vida. Ahora, en el lugar del fallecimiento del delantero, hay una cruz de dos metros y medio con un baner que tiene una foto del jugador. El sepelio y el entierro de Muñoz fueron comparados con los de Julio Jaramillo, uno de los de mayor concurrencia en la historia del país.
Su viuda, Violeta Vergara, se encontraba embarazada cuando ocurrió el deceso del jugador. Hoy, su hijo que no conoció, Carlos Muñoz Vergara, de 17 años, asegura que cuando termine el colegio en Estados Unidos se probará en Barcelona. “Veo videos de él y me sorprende su forma de jugar, algún día yo quisiera ser igual que él. Cada día aprendo más de mi papi, cuando termine mis estudios del colegio en junio quisiera retornar a Ecuador y tener la oportunidad de jugar en Barcelona”, dijo el vástago de Muñoz.
Varios hinchas canarios acudieron a la puerta 1 del cementerio general de Guayaquil para visitar la tumba de Muñoz y dejarle un ramo... “Carlitos, mándanos un buen jugador este año, que queremos ser campeones”, indicó uno de los seguidores toreros que se dieron cita al mediodía de ayer en el camposanto para recordar por unos minutos a su ídolo dentro del ídolo.
Fuente: El Telégrafo

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