lunes, 6 de febrero de 2012

MONUMENTAL VIBRÓ CON GOLEADA


El estadio Monumental temblaba. Los gritos y saltos de los cerca de 42.000 espectadores que acudieron a este escenario para observar el debut del Ídolo ecuatoriano en el Campeonato Nacional 2012 ante Deportivo Cuenca ponían la nota de colorido. Fue una especie de premonición de lo que vendría después, el triunfo por 3-1 ante el expreso austral.
Cuando el árbitro Roddy Zambrano hizo sonar su silbato, un vendaval amarillo se desató sobre la portería defendida por el argentino Marcelo Ojeda. Durante los primeros minutos la cancha pareció inclinarse hacia ese sector. La visita no era capaz de realizar más de tres pases consecutivos.
Barcelona era el dueño del esférico y la cancha. Con un panorama así, el primer gol solo era cuestión de tiempo. El cronómetro marcaba el minuto 4. Cristian Cruz invadió por la banda izquierda, ganó la raya de fondo y proyectó un centro al segundo poste, donde se encontraba Holger Matamoros, quien con mejor panorama habilitó al argentino Pablo el payaso Lugüercio, que con certero golpe de cabeza derrotó a Ojeda.
Un carnaval se desató en el Coloso del Salado. Los hinchas no podían imaginar un mejor inicio de temporada. Máximo Banguera pasaba de vacaciones, la defensa controlaba los tibios contragolpes de la visita, la línea de volantes jugaba para la tribuna y los delanteros encontraban espacios para hacer sentir su velocidad. Sin embargo, el segundo gol no llegaba y eso dejaba abierta la posibilidad de una reacción del contrincante.
El juvenil Carlos Gruezo, Narciso Mina y el mismo Lugüercio, con elegante remate de espaldas al arco, le devolvieron protagonismo al Ídolo. La reacción. Byron Cano refrescó la ofensiva azuaya y en su primera intervención puso el sorpresivo tanto de la igualdad, luego de una jugada colectiva por el centro de la cancha. A minuto seguido el mismo Cano pudo haber marcado la segunda, pero falló en el mano a mano ante Banguera.
Carlos Castro agredió a Damián Díaz, cuando el balón estaba lejos de ellos. Apoyado en el informe del asistente, el árbitro Zambrano expulsó al defensa morlaco. Los amarillos recuperaron el protagonismo, pero poco después perderían a Holger Matamoros, en una dudosa jugada que desembocó en la roja. Empujado por su público, Barcelona se volvería a poner en ventaja en el minuto 81, cuando Narciso Mina aprovechó un centro de Díaz y de cabeza derrotó a Ojeda.
En la recta final del encuentro, Eder Fuertes también saldría expulsado. Aún habría tiempo para algo más. Michael Jackson Quiñónez ingresó por la derecha y se contactó con Mina, quien ante puerta vacía puso el 3-1 definitivo, en medio de la algarabía de los aficionados, que a esas alturas (minuto 90) ya celebraban la primera victoria del conjunto canario.
Fuente: Diario Expreso

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