domingo, 12 de agosto de 2012

¡GUSTAVOS Y CUCOS VIEJOS EN CLÁSICOS!
¡Gustavos y cucos viejos en clásicos!
Los dos eran defensas. A uno le decían el facha y al otro, el narizón. Tenían, y tienen aún, en común su nacionalidad y el nombre, Gustavo. Son argentinos, pero sus mayores éxitos deportivos los lograron fuera de su país. Uno lo hizo en Perú y otro en Bolivia.
Gustavo Costas (Barcelona) y Gustavo Quinteros (Emelec) protagonizarán un duelo inédito en el fútbol ecuatoriano. Los estrategas se enfrentarán esta tarde en el tradicional clásico del Astillero. El compromiso se realizará a las 17:00, en el estadio George Capwell.
El adiestrador canario dirigirá su tercer partido ante los azules, mientras que para el eléctrico, será el primero. Los dos saben lo que representa esta clase de partidos emocional y futbolísticamente. Vivieron con intensidad las horas previas a estos encuentros como jugadores y como técnicos.
Costas no recuerda exactamente cuántos clásicos de Avellaneda disputó en Argentina, pero sí lo que vivió y sintió jugándolos. Como hasta ahora, el conjunto de sus amores era Racing Club y los duelos contra Independiente eran disputados con un compromiso especial.  Ese compromiso, según el estratega se resume en la siguiente frase: “con cualquiera puedes perder, menos con tu clásico rival”.
El narizón fue defensa central de la Academia, como se conoce a Racing en Argentina. Era uno de los referentes y líderes del grupo. Rememora que con frecuencia los técnicos le encargaban manejar la tensión y los nervios de los jugadores jóvenes. Es lo mismo que pide a los futbolistas experimentados de Barcelona antes de jugar los clásicos.
Como técnico, analiza a los rivales con el mismo detenimiento. Le dedica dos días al análisis exhaustivo del rival mediante videos. Para planificar la estrategia y el sistema táctico analizó unos ocho videos de los últimos compromisos de los millonarios.
Pero, ¿Cómo vive Costas los momentos previos a los clásicos? Dice que suele rezar antes de salir de la concentración al estadio y apenas se inicia el partido. Se dirige al Señor de los Milagros, una imagen que cuelga de un rosario que carga siempre en su cuello. Esa devoción la cultivó durante su paso por el fútbol peruano. Como ocurre con frecuencia, los clásicos se juegan con estadios completamente llenos.
A diferencia de otros estrategas, Costas no sale a la cancha hasta que su equipo lo haga. Asegura que en lugar de quitarle presión y nerviosismo, se lo aumenta. Como entrenador, Costas dirigió al Alianza Lima de Perú y le tocó jugar innumerables clásicos contra Universitario de Deportes. En Paraguay, dirigió a Cerro Porteño y los duelos clásicos eran y son contra Olimpia.
Quinteros, en cambio, dirigió al Blooming y al Oriente Petrolero, los dos rivales clásicos de la región de Santa Cruz. Aquellos fueron sus primeros clásicos como DT. “Se vive un ambiente distinto. No importa el momento futbolístico de los dos equipos, hay una rivalidad marcada y es imposible perder”, afirma Quinteros.
El argentino-boliviano, durante la semana previa a esta clase de partidos, suele pedirle a sus jugadores que hablen poco con los medios de comunicación para mantener la concentración. Les pide además que vean y escuchen menos programas deportivos que de costumbre. Así lo aseguró su asistente Marcelo Solís.
Fuente: El Comercio

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