lunes, 26 de noviembre de 2012

¡HINCHADA LLORO DE LA EMOCIÓN!
¡Hinchada lloró de la emoción!

Las lágrimas rodaban por las mejillas de los hinchas de Barcelona mientras gritaban el nombre de su equipo. El estadio Bellavista retumbó con el sonido de los bombos y fue testigo de cómo el cuadro canario dio un paso más en su propósito de ganar su estrella 14.
Los autores de esa emoción para los barcelonistas fueron el colombiano José Amaya y el ariete Narciso Mina, con lo cual el ídolo ganó 2-0 en Ambato. Tras el pitazo del árbitro Omar Ponce, los jugadores se dejaron llevar por esa algarabía de los hinchas. Se despojaron de sus camisetas, aplaudieron, agitaron con furia sus brazos, provocando el delirio y los cánticos.
“Volveremos, volveremos… volveremos otra vez, volveremos a ser campeones…”, gritaron los seguidores canarios, quienes coparon la general sur, la preferencia y la tribuna del Bellavista. En esa emoción también se dejó envolver la directiva. Antonio Noboa, presidente de Barcelona. Él se dio una especie de vuelta olímpica por el contorno interno del gramado. Agradeció con aplausos el respaldo de los hinchas que llegaron hasta Ambato.
Un centenar de periodistas, cronistas gráficos y camarógrafos buscaron captar ese momento, en el cual el plantel ya se sintió campeón, después de 14 años. Para llegar a esta instancia, Barcelona demostró nuevamente que es el equipo más regular del torneo. Los pupilos de Gustavo Costas fueron ordenados y contundentes al momento de definir. El DT utilizó el esquema que le dio éxitos cuando juega de visitante con tres zagueros, dos carrileros, dos volantes de marca, dos de proyección, y un delantero.
Amaya abrió el camino del triunfo en una acción que nació en los pies de Mina, quien habilitó al volante cafetero para que este rematara potente al centro del arco, en el minuto 46. Todos los jugadores, los suplentes y los alternantes, se abrazaron con él, gritando ese tanto con euforia. Amaya, quien busca su quinto campeonato personal, se arrodilló y levantó sus brazos al cielo en un acto de fe que conmovió más a los hinchas canarios.
Luego, en el 76’, Mina sentenció el cotejo tras una tejida entre Damián Díaz y Bryan de la Torre, quien centró para que el goleador del torneo anotara el tanto 28 en su cuenta. Hubiera sido el cierre perfecto a una campaña que premia al equipo más regular del torneo. Sin embargo, la intensidad de los cánticos decayó durante unos minutos cuando se supo de la victoria de Emelec sobre Técnico Universitario (2-0), con lo cual, Barcelona aún debe esperar para dar la vuelta olímpica.
Pero, cuando el partido se acabó, ese resultado ya no les importó a los integrantes ni a los aficionados. Máximo Banguera, que atajó cuatro opciones claras de gol y fue una de las figuras, también se mostró exultante ante el aliento de los barcelonistas. Michael Arroyo, en cambio, lanzó su camiseta hacia el sector en donde se ubicó la barra Sur Oscura.
El camino hacia la corona 14 está limpio para Barcelona. Mantiene los cinco puntos de distancia sobre su perseguidor, Emelec (42 unidades contra 37) y, aunque los azules derroten este miércoles a D. Quito, los toreros solo deberán vencer al Olmedo en casa, el domingo 2 de diciembre, para dar la vuelta olímpica. Pero si los eléctricos empatan, el ídolo será campeón. Por ello la justificación de esa efervescencia.
“Salió como queríamos. Protegimos la pelota y nos cuidamos en los tiros con balón detenido. Barcelona me encantó porque llegamos al área rival, ordenados, y supimos contener al Macará”, dijo Costas en la rueda de prensa. Al otro lado de la cancha, en la general norte, los hinchas celestes miraron en silencio cómo sus rivales celebraron como si ya hubieran conseguido el título.
Fuente: El Comercio

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