miércoles, 1 de mayo de 2013

"HAY QUE MORIR POR LA AMARILLA"
“Hay que morir por la amarilla”

Por el aniversario 88 de la institución de Barcelona, dos exglorias compartieron sus experiencias y recordaron algunas anécdotas
Treinta años es la diferencia de edad entre los dos, pero tienen algo en común: Su pasión por Barcelona. Fausto Montalván (90) y Juan Madruñero (60) fueron jugadores canarios, club que hoy cumple 88 años de fundación. Las exglorias toreras fueron artífices, en distintas épocas, de un equipo que empezaba a escribir una historia, con hazañas que calaron en el corazón del pueblo, ganándose el nombre de ídolo.
Montalván formó parte de aquel conjunto que derrotó el 31 de agosto de 1949 a Millonarios de Colombia, en el que jugaban los argentinos Alfredo Di Stéfano y Adolfo Pedernera. Por su parte, Madruñero jugó en el Barcelona que derrotó de visitante, el 29 de abril de 1971, a Estudiantes de La Plata. En la actualidad, el baby Madruñero, conocido así por debutar a los 15 años en primera, es entrenador de las reservas. Montalván es jubilado y socio del club.
Madruñero aseveró que al Barcelona actual le hace falta esa “fuerza”, que lo hacía un club temido en cualquier cancha. “En nuestra época, era un equipo con bríos, cuando venían los de la Sierra, nosotros los encimábamos”, afirmó. El baby señaló que en su  tiempo se saltaba al campo más por el amor a la camiseta. No se ganaba mucho (monetariamente), pero por el simple hecho de pertenecer al club ‘torero’ uno se motivaba. “Luego de los entrenamientos nos quedábamos a ensayar remates contra un muro para perfeccionar la puntería”, recordó.
El ahora técnico fue claro en señalar que el Barcelona de las décadas 50, 60 y 70 arrojó muchas figuras que difícilmente se repetirán. Mientras Madruñero dirigía la práctica de las reservas recibió la visita de Montalván, quien lo felicitó por el trabajo que cumple con la nueva camada torera. “A ver muchachos, quiero presentarles al profesor Montalván, él empezó a escribir la historia de Barcelona. Jugó a partir del 40”, manifestó.
Y es que para Madruñero, su generación solo continuó con la idolatría que ya había iniciado aquel grupo, en la que militó Fausto, y que puso al club en primera categoría (antes era amateur), tras cumplir una sanción federativa. Montalván coincidió con el técnico de las formativas en manifestar que el fútbol en la actualidad se mueve más por lo económico que por el amor a la entidad. “Cuando un jugador se pone la camiseta de Barcelona, debe morir por ella”, expresó.
También se refirió al denominado entrenamiento invisible. “Nosotros cumplíamos con los trabajos y después  perfeccionábamos la técnica en el extratiempo”. La exgloria torera considera que al equipo actual se lo debe renovar con las figuras que vienen de abajo, refiriéndose a las formativas que posee el club, y que debe ser la “mina que hay que explotar”. “En uno o dos años, tendremos grandes equipos, con elementos nuestros”, acotó.
No es partidario de contratar jugadores con recorrido, ya que considera que estos vienen a quemar sus últimos cartuchos. Entre sus anécdotas, recordó que para la fecha de aniversario se programaba un clásico con Emelec, al que acudía mucho público. “En esas fechas había mucha asistencia y por ende quedaba una buena recaudación”, declaró.
La charla de los exjugadores acaparó la atención de los juveniles, que no podían creer que tenían al frente a una leyenda viviente de aquel equipo que derrotó (3-2) al poderoso Millonarios de esa época. Fausto recordó que la taquilla de ese encuentro sirvió para los damnificados por el terremoto de Ambato, sucedido días después.
“Los felicito muchachos por pertenecer a esta gran institución, sigan adelante y no desmayen en su afán de ganarse un puesto en el grupo de primera”, fueron las palabras de Fausto hacia los jóvenes, reiterándoles el compromiso que tienen por ser parte de un equipo que es ídolo nacional.
Dos integrantes de las formativas, Washington Vera y Cristopher Suárez, ya debutaron con el primer plantel. El segundo recordó cómo se dio su llegada al elenco ‘torero’. “El profesor Luis Vera me vio practicar y me dijo que podía ir a Barcelona, esa fue una de las primeras ilusiones que materialicé. Comencé a trabajar desde la Sub 11”.
Suárez, quien debutó en primera el año pasado, cuando Barcelona consiguió la estrella 14, formó parte de la selección ecuatoriana Sub 17 que actuó en el mundial de la categoría, que se desarrolló hace dos años en México. Ese fue su segundo anhelo cumplido.
FUENTE: PP El Verdadero

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