jueves, 18 de julio de 2013

LA PANTERA BOTÍN DE ORO DE COLOMBIA
¡La pantera Botín de Oro de Colombia!
El antioqueño Wílder Medina, con 12 tantos, fue el más efectivo del campeonato que terminó anoche en Bogotá.
Prometió 20 goles en el primer semestre y aunque llegó a 16, Wílder Andrés Medina Tamayo puede sentirse satisfecho y sacar pecho. Fueron 12 festejos en Liga Postobón-I y cuatro en la Copa Libertadores, que les permitieron a los cardenales llegar a las instancias finales de ambos campeonatos.
Anoche, en medio de la ovación de la fanaticada en el estadio El Campín, el delantero nacido en Puerto Nare, población del Magdalena Medio antioqueño, levantó el Botín de Oro que lo acredita como el más efectivo del torneo colombiano.
La vida deportiva de Wílder Medina ha estado marcada por hechos extradeportivos que, sin embargo, no le quitan valor a su talento. Mucho han tenido que luchar sus familiares, entrenadores y dirigentes para no dejarlo caer definitivamente en el túnel y, hoy, cuando el delantero tiene 32 años de edad, celebran ese logro.
Y es que desde sus primeros pasos como futbolista, cuando militaba en el Deportivo Rionegro, Medina estuvo tentado por amistades que poco le aportaban en su proyección. "Soy humilde, noble, en mi juventud no la tuve fácil y cometí algunos errores", confesó esta semana durante su presentación en el Barcelona de Ecuador, club que le hizo un contrato por tres años y habría pagado al Santa Fe cerca de 900.000 dólares por la transferencia.
Tras su debut con los Leones de Oriente en 2003, Medina pasó al Atlético Huila en 2004 y al año siguiente al Envigado. En la principal cantera de futbolistas en Colombia su nombre poco sonó. Entonces, buscó otros rumbos y llegó a Patriotas de Boyacá 2006. Con ese club fue goleador del torneo Finalización de la Primera B en 2007, al convertir 20 tantos.
Ese rendimiento atrajo la mirada del Tolima que disfrutó de su fútbol durante cuatro años y lo hizo figura. En 2010 fue Botín de Oro (16 anotaciones) en el torneo de primera división.
Pero su cabeza no aguantó la fama y la gloria, y se desvió. Vinieron las sanciones por dopaje (marihuana y cocaína) y perdió más de un año de carrera. A punto de perderse para el balompié, Wílder encontró a César Pastrana, presidente de los cardenales, quien le pagó un programa de rehabilitación desde diciembre de 2012 y lo inscribió en la nómina. El equipo bogotano lo arropó, lo motivó e hizo que recuperara la confianza en sí mismo.
Y el "goleador del pueblo", como le gusta que lo llamen, volvió a la vida y al fútbol con goles y descolgadas rápidas que le dieron un nuevo botín, así anoche se haya ido en blanco.
FUENTE: El Colombiano

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