La última vez que Rodrigo Tenesaca vendió cinco camisetas de Barcelona en una hora fue en diciembre del año pasado, cuando el equipo jugó por última vez en su reducto del Salado. Desde entonces, se vivió la época de las vacas flacas. No hubo dinero para parar la olla por lo que no le quedó de otra que vender agua en botellas; sin embargo, eso ayer cambió: la Tarde y Noche Amarilla del equipo canario devolvió el comercio a la explanada del Monumental y con ello las ventas se reanimaron.
Hasta las 13:00 de ayer, más de 30.000 personas llegaron al escenario deportivo para presenciar la presentación oficial de la plantilla torera que en esta temporada tiene cifradas esperanzas de romper los 15 años de ausencia de título. La fiebre de la hinchada canaria fue tal que llegó gente de todos los rincones del país a quienes no les importó el calor, las horas de viaje, ni la espera en las largas filas para ingresar. Luis Tene fue uno de ellos.
El hincha torero de 33 años llegó de Quito con toda su familia: Blanca Malvacide (esposa) y sus tres hijos Luis Andrés (8 años), Luis Carlos (7) y Bryan (4), con quienes tuvo que soportar 11 horas de viaje en bus interprovincial, para poder llegar al coloso del Salado. Si bien el tiempo regular de la travesía era de 8 horas, los deslaves en la vía por las constantes lluvias retrasaron y pusieron incluso en peligro la llegada los Tene-Malvacide.
“Todos los años, desde que tengo uso de razón, he sido barcelonista, pese a que mi papá nunca lo fue. En los últimos 20 años nunca me he perdido una noche amarilla y mi familia me acompaña siempre gracias a Dios”, recalcó Luis. Las mejillas chapuditas delataba la procedencia de la familia, quien religiosamente antes de ingresar al escenario se detuvo a comprar una camiseta porque el miembro más pequeño del clan no tenía una y eso “era imperdonable”.
Como ellos, en las afueras del Monumental buses de Montecristi, Machala, Loja, Quito, Cuenca y de muchas otras partes del país fue fácil verlos llegar repletos de hinchas, tanto hombres como mujeres, todos ataviados con la amarilla. El control policial fue estricto al ingreso del estadio, en las filas para ingresar y en las afueras del mismo, pese a ello, entrar a la localidad más popular: general, fue todo un viacrucis. Pocas personas respetaron sus ubicaciones y permitían el ingreso de otras, por lo que la guardia montada a caballo tuvo que llamar varias veces la atención a quienes quisieron pasarse de avivatos.
“El movimiento comenzó desde la mañana con los comerciantes, mientras que los hinchas estuvieron llegando a hacer fila desde las 10:00 aproximadamente”, aseguró Raúl Chele uno de los comerciantes. La nueva camiseta del equipo fue un misterio en las afueras del estadio; sin embargo al interior hubo islas en palco y suites donde las vendían.
El itinerario del programa que Barcelona preparó para la presentación oficial de la plantilla 2012 se cumplió a rajatabla. A las 16:00 los animadores argentinos Laura Giovannetti y Emiliano Pinzón dieron la bienvenida a un estadio que lució a un 90% de su capacidad total (68.000 personas). La apertura del show musical estuvo a cargo del grupo Niñosaurios, luego le siguió el trovador Héctor Napolitano, Droz Band, Alleguez Son, Danilo Rosero con la canción oficial del equipo y finalmente Guayaquil City Band.
Fuente: Diario Expreso
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