lunes, 30 de enero de 2012

OTRA NOCHE AMARILLA SIN GANAR

El sábado pasado se cumplió la vigésima Noche Amarilla de Barcelona. Parece que fue ayer cuando en 1992 comenzaron a vivirse estas fiestas, que primero fueron actos formales y luego se convirtieron en deportivo-artístico. Su mentalizador fue el exdirigente amarillo Isidro Romero Carbo, nombre que lleva el estadio.

Veinte años que la hinchada torera, la más numerosa del país, se ha ilusionado con su equipo con el objetivo de lograr el ansiado título, ausente desde 1997, es decir 5 años después de haberse realizado varias Noches Amarillas. La de este sábado fue una de las mejores vistas, aunque nos seguimos quedando con aquella del 2008 que fue más majestuosa y emotiva, por cuanto ahí sí hubo sorpresa, a pesar que luego Marcos Mondaini, actual del Emelec, fue un fiasco. No sucedió nada con el delantero argentino. Pasó sin pena ni gloria.

Esta vez el espectáculo de las luces, la pirotecnia y la proyección imágenes láser fue lo novedoso para la hinchada que se concentró desde tempranas horas en el Monumental, llenando el escenario deportivo. La gente esperaba algo más, pero no sucedió. La tan promocionada sorpresa fue buchipluma, no más. Ni un artista famoso ni mucho menos un artista de la pelota. Pero los seguidores canarios esperaban la victoria de su equipo en la espectacular Noche Amarilla, pero eso no se dio.

Otra vez Santa Fe


Como aconteció en la Noche Amarilla del 2008, donde también participaron los hermanos (Antonio y Luis) Noboa, actuales dirigentes toreros, la bestia negra fue, una vez más, el Independiente de Santa Fe que en ese año lo derrotó 3-1 y en este 2012 estuvo a punto de repetirlo, sino fuera por un penalti regalado del árbitro Daniel Salazar en una supuesta falta cometida a Narciso Mina. Lo ejecutó Damián Díaz y el arquero Juan Manuel Leyton estuvo cerca de atrapar el esférico.

La historia no se repitió y por lo menos Barcelona pudo sacar un empate (1-1), tal y cual como sucedió en la Noche Amarilla del 2011, donde el ídolo igualó a cero con Deportes Tolima, también de Colombia. La enorme afición, que soportó hasta lluvia, quería ver ganar a su equipo en su primera presentación en su estadio.

Ese es el saborcito amargo que dejó la Noche Amarilla del 2012. Tanta expectativa para nada. En esta clase de eventos hay que salir victorioso a como dé lugar y no darle chance que venga un extraño a dañarle la fiesta. Este miércoles será el cierre de pretemporada del ídolo cuando enfrente a otro club colombiano como Millonarios, desde las 16:00, en el estadio Reales Tamarindos, de Portoviejo.

La figura

No fue Fricson Erazo ni Jairo Campos ni José Amaya ni mucho menos el payaso Lugüercio ni el goleador 2011, Narciso Mina, sino el arquero del Santa Fe, Juan Manuel Leyton, quien tapó hasta el viento e hizo el mejor partido de su vida deportiva. Se robó el show de la Noche Amarilla, el segundo arquero del equipo de los cardenales.

También destacó el buen juego del zaguero central del Santa Fe, Martín Aguirre; y de los delanteros Andrés Angulo y el boliviano Diego Cabrera, este último le marcó un golazo de tiro libre al guardavallas Máximo Banguera cuando se cumplían 20 minutos del primer tiempo y todo por una falta cometida al borde del área del marcador improvisado Pablo Saucedo.

Es verdad que Barcelona tuvo un buen volumen de juego y llegó varias veces al arco colombiano, pero señores Matías Oyola, Holger Matamoros, Pablo Lugüercio y Damián Díaz, goles son amores y no buenas razones. Y la afición lo que fue a ver, además de artistas, luces, juegos pirotécnicos, láser, es fútbol, goles y que salgan triunfantes a como dé lugar. Una vez más, Barcelona le quedó debiendo a la hinchada.

Fuente: Diario Extra

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