El estadio Monumental lució repleto. El espectáculo brindado por la directiva de Barcelona para presentar a la plantilla amarilla para esta temporada tuvo un impresionante marco de público. Ayer fue una de esas escasas ocasiones en las que el Coloso del Salado se mostró más imponente que de costumbre, con 80.000 personas enganchadas al ciento por ciento con el ídolo.
Aunque no hubo triunfo torero, la fiesta no se opacó, ya que los aficionados vibraron de principio a fin con la Noche Amarilla, debido al show que se dio. Los hinchas canarios esperaban que haya la presentación de un nuevo jugador, pero esto no se dio. A partir de las 20:00, los jugadores amarillos aparecieron uno a uno en el mediocampo.
A medida que los jugadores del ídolo iban saliendo a la cancha, los presentadores del evento, los argentinos Laura Giovanetti y Emiliano Pinsón, daban las características de cada elemento. “Él es el capitán del equipo, quien está muy cercano a jugar como ecuatoriano. Va para su cuarta temporada en el club y es un amante de Barcelona... él es Matías Oyola”, dijo Giovanetti al referirse al pony. El volante gaucho fue el más aplaudido. Máximo Banguera, Damián Díaz y el técnico, Luis Zubeldía, también fueron recibidos de gran manera por los presentes en el escenario deportivo.
Luego de terminado el cronograma, se dio inicio al partido entre Barcelona y el Santa Fe de Bogotá. El encuentro terminó 1-1, con goles de Damián Díaz para los locales y del volante boliviano Diego Cabrera para el elenco colombiano. La fiesta de los toreros arrancó a las 16:30 con la presentación de grupos musicales. El primer grupo en tocar fue Niñosaurios. Luego hizo su aparición el trovador Héctor Napolitano. El guayaquileño le dedicó una de sus canciones al ídolo. Al igual que el viejo Napo, la banda Droz, el cantante Danilo Rosero y Guayaquil City Band presentaron canciones alusivas al elenco porteño.
A las 19:00 se presentó la sorpresa para los hinchas. No fue un jugador nuevo, sino un espectáculo de luces. Rayos verdes salieron de diferentes puntos del estadio para formar diversas imágenes en la hinchada, entre ellas el escudo de Barcelona. Los aficionados toreros empezaron a llegar a las afueras del estadio Monumental desde las 10:00. El ambiente de fiesta se vivió durante todo el día en el Coloso del Salado y, aunque no hubo triunfo, la Noche Amarilla resultó memorable.
Fuente: El Telégrafo
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