lunes, 23 de enero de 2012

¿QUÉ SIGNIFICA SER AMARILLO DE CORAZÓN?

Ser amarillo de corazón es tener la camiseta de Barcelona y sentir que cada vez que nos la ponemos se adhiere a nuestro cuerpo formando la piel amarilla,  para orgullosamente salir a las calles del país en representación de un amigo que ha estado dormido hace algunos años, pero que sabemos que está cerca el día en que vuelva a despertar. Un amarillo de corazón en los días que el equipo juega no dice: “Hoy juega mi club”. Un amarillo de corazón dice: “Hoy jugamos nosotros”.

Ser amarillo de corazón es saber la historia del club, las grandes hazañas que pasados guerreros amarillos lucharon para conseguir, y así comprender el verdadero significado de Barcelona y sus colores. Un amarillo de corazón quiere que otros comprendan la locura que se siente por el equipo, y así contagiarles el sentimiento por el cual reímos y lloramos. Por ejemplo cuando le regalamos la camiseta amarilla a nuestra pareja, o la llevamos al estadio para que sienta el templo amarillo, de la misma manera en que tenemos la ilusión de ser padres para transmitirle a nuestros hijos el sentimiento único de ser torero y sentir la hermosa sensación de el primer gol gritado por nuestro sucesor en el glorioso Estadio Monumental.

Ser amarillo de corazón es respirar el estadio después de cada victoria, sentir el aire sabor a caramelo por el triunfo obtenido, y así quedarse coreando con toda la hinchada las canciones del ídolo después de cada partido. El amarillo de corazón se queda sin voz gritando el gol con el desconocido que está al lado, para comprender que todos los barcelonistas somos hermanos que nos une una misma sangre amarilla. Un verdadero hincha amarillo es el que ama el tan odiado día lunes y lo espera con ansias cuando el equipo ganó el fin de semana, para demostrar con una gran sonrisa la alegría que siente su alma.

Ser amarillo de corazón es saberse las canciones del ídolo, y de esa forma ser todos una sola voz en apoyo al equipo. Cuando el equipo va perdiendo es cuando más se necesita el apoyo, y un verdadero torero sabe que con insultos a los jugadores no se logra nada, más bien aumenta la inseguridad del equipo. Ser amarillo de corazón es pensar positivo, y así brindarle al club un ambiente de tranquilidad. Hay barcelonistas que lo único que hacen es criticar cada decisión tomada por la dirigencia, cuerpo técnico, o elementos del plantel, mientras ellos no mueven un solo dedo para ir al estadio y aportar al club.

Ser amarillo de corazón es ir a las calles y levantar la voz cuando se comete una injusticia en contra del equipo, o manifestar su insatisfacción en las redes sociales, porque son muchos los envidiosos que impiden que Barcelona vuelva a renacer, al tener miedo de que un monstruo nacional vuelva a recuperar la hegemonía en Ecuador. Lo que no entienden es que cuando se juega con Barcelona se juega con los sentimientos de mucha gente, y en ese caso el hincha amarillo tiene que buscar que se prevalezca la justicia por sus colores.

A este mundo todos venimos sin nada, pero nos vamos de aquí con la gran satisfacción de haber pertenecido al más grande de Ecuador. Para ser Barcelonista no importa la clase social, podemos no tener nada en nuestros bolsillos, pero tenemos en el corazón un amor que es la luz de esperanza del día a día, el ver a Barcelona campeón. Todos debemos estar unidos en esta gran pasión que une a las masas, para de esa forma darle progreso a este gran club. Ahora cabe preguntarte con la mano en el pecho, ¿Eres tú un amarillo de corazón?

Cortesía de Jorge Quincha (@CocoQuincha)

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