Barcelona se mide hoy (16:30) a Deportivo Cuenca en el inicio del campeonato, en el partido número 500 por torneos locales disputado en el estadio Monumental. Justamente, fue un jugador del equipo azuayo quien marcó el primer tanto en el Coloso del Salado por una competición de fútbol nacional.
El primer encuentro de los canarios como locales fue el 5 de junio de 1988, cuando los dirigidos por el brasileño Eduardo Antunes Coimbra, en aquel entonces, recibieron al Filanbanco. El partido terminó 0-0 y los arcos del Monumental no fueron estrenados en este encuentro.
Fue el guayaquileño Carlos Bustamante, quien con la camiseta de Deportivo Cuenca inauguró las redes del estadio barcelonista, el 18 de junio de 1988. Julio Guzmán, ex lateral izquierdo amarillo, rememora aquel encuentro ante los colorados y en especial a Bustamante, quien atacó por su banda.
“Él era un jugador muy rápido que corría por la derecha. Recuerdo que en una jugada le quedó un rebote y anotó”, dice Guzmán acerca del tanto que llegó a los 39 minutos. El empate lo marcó Adilio Goncálvez, a los 54’. Guzmán recuerda que vivió al máximo todos los partidos mientras estuvo en Barcelona, desde 1987 a 1993. El ex defensa lamenta no haber sido campeón con los toreros como jugador en cancha.
“En la temporada 1991 yo era titular, pero justo para los últimos partidos me lesioné (esguince de tobillo derecho) y tuve que ver desde la suite presidencial el encuentro (ante El Nacional), cuando quedamos campeones. Bajé, di la vuelta olímpica con mis compañeros, pero no fue lo mismo, pues no jugué”, expresa con resignación.
Otro de los que actuaron en el primer partido ante el Cuenca fue Galo Vásquez. “Todos los equipos nos querían ganar en nuestro estadio, lo veían como una proeza. Es que estar parado en el Monumental era algo majestuoso, ya que entraban 45.000 personas. En esa época el estadio siempre estaba lleno, ya que nosotros peleábamos los primeros puestos... si quieren llenarlo ahora, deben ser campeones como lo fuimos nosotros”, destaca Mafalda.
Luis Ordóñez, ex delantero canario, indica que se les hizo complicado vencer en el Monumental en los primeros partidos. “Era por la ansiedad que teníamos de ganar en casa. Primero empatamos con Filanbanco, luego también igualamos con Deportivo Cuenca y recién al tercer partido pudimos imponernos, cuando derrotamos 6-0 al Audaz Octubrino (26 de junio). Cuando empezaron a llegar los tantos, queríamos hacer más y fue así que goleamos en ese partido”, expresa.
Los enfrentamientos que más recuerda Palito son los clásicos. “Cada vez que jugábamos contra Emelec sentíamos una motivación especial, ya que cuando le ganábamos, la hinchada no dejaba de festejar durante toda la semana. Era una fiesta, en especial cuando se jugaba en el Monumental, ya que era un estadio inmenso, que se vestía de amarillo y azul”, comenta Ordóñez.
En ese escenario se han dado tres vueltas olímpicas. La primera fue la de Barcelona, en 1991, mientras que El Nacional se consagró campeón en este escenario en 1992, al empatar 1-1 con los toreros en el último encuentro. En la temporada 1997 los canarios consiguieron su última corona y pudieron celebrar en su estadio. Los dirigidos por Rubén Darío Insúa, en aquella época, necesitaban vencer 3-0 a Deportivo Quito para campeonar y lo lograron, con tantos de Jimmy Montanero, Agustín Delgado y Marco Antonio Etcheverry.
Nicolás Asencio estuvo en este encuentro, jugado el 25 de enero de 1998. Nico fue figura esa temporada y aunque dio la vuelta, el delantero afirma que no disfrutó al máximo del título. “Era muy joven y además Barcelona siempre era campeón. Si ahora jugara en el ídolo, seguro festejaré el doble de lo que lo hice en 1998. Quisiera despedirme actuando con mi equipo, no solo con un partido, sino siendo parte de la plantilla”, confiesa Asencio.
Fuente: El Telégrafo
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