La ilusión terminó. No hay ni tiempo ni espacio para cuestionamientos y, menos aún, para lamentos. Barcelona tiene una prioridad definida luego de la eliminación el pasado miércoles de la Copa Sudamericana: ganar el Campeonato Nacional.
Conseguir el título 14, esquivo desde hace 15 años, se ha convertido en una obsesión no solo para los jugadores, cuerpo técnico y dirigente de los canarios, sino sobre todo para su hinchada. Incluso antes del partido ante Gremio de Porto Alegre, algunos de los hinchas amarillos más “fervientes” preferían la exclusión de este torneo internacional para que la plantilla se enfocara en lograr ese objetivo.
Así se evidencia en redes sociales como Twitter y Facebook. En la primera, desde la semana pasada, fue tendencia hashtag #vamosporla14. También destacó la etiqueta #UnidosPorUnBarcelonaCampeón.
Según el estratega ecuatoriano Eduardo Granda, el saldo positivo que dejó la Sudamericana para Barcelona fue la superioridad que mostró frente a sus rivales de turno. Pero en fútbol los compromisos no se ganan por merecimientos, sino con goles y resultados. “Pese a las ausencias (tuvo cuatro jugadores lesionados), la Sudamericana consolidó el patrón y la mística de juego que le ha otorgado el estratega Gustavo Costas al equipo y que se ha visto localmente”, analizó el adiestrador.
La planificación de Costas para jugar este domingo (12:00) contra Técnico Universitario empezó inmediatamente después del compromiso ante Gremio. El cuerpo técnico decidió, obligado por la falta de cupos en las aerolíneas para retornar a Ecuador, entrenarse la tarde de ayer en Porto Alegre.
Por la mañana, el equipo descansó en un hotel de esa ciudad y por la tarde volvió a moverse en el estadio Olímpico, escenario donde se jugó el partido del pasado miércoles. La idea inicial era que la delegación viajara desde Porto Alegre hasta Lima (Perú), y de ahí, antes de continuar con el viaje a Ecuador, entrenarse en un complejo deportivo.
Pero los planes cambiaron. La escala en la capital peruana, anoche, debía ser corta y desde ahí los amarillos tenían previsto llegar a Quito. Mañana, desde la capital, viajarán a Ambato para jugar ante el rodillo rojo. Lo harán vía terrestre.
Para el ex seleccionador de Ecuador, el montenegrino Dussan Draskovic, la eliminación de Barcelona de la Copa Sudamericana reafirma las opciones de ganar el título de la temporada. ¿Por qué? Su respuesta es simple: “Porque tendrá tiempo para recuperar a los jugadores que están lesionados. A eso debemos sumarle el buen momento del mediocampista Michael Arroyo y el regreso al gol del delantero Narciso Mina”.
El saldo negativo que le dejó la Sudamericana a Barcelona fue la lesión de su conductor, el volante de creación argentino Damián Díaz. El jugador fue sustituido al minuto 75 por una contractura muscular. El diagnóstico fue confirmado ayer por los médicos del club desde Brasil.
En Guayaquil, Bosco Mendoza, director del departamento médico, especificó que se trata de una contractura en los músculos isquiotibiales de la pierna derecha. “Hoy (ayer) el dolor disminuyó, según tengo conocimiento. Pero cuando el jugador regrese haremos los exámenes pertinentes (resonancia magnética o ecografía) para establecer el tiempo y en qué consistirá la recuperación”, advirtió Mendoza.
El temor de los médicos y del cuerpo técnico es que aquella contractura derive en una rotura fibrilar, lo que extendería la rehabilitación del futbolista.
Fuente: El Telégrafo
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