jueves, 22 de noviembre de 2012

MANTA SE JUGO LA VIDA
¡Manta se jugó la vida!

Razón tenían los jugadores, el cuerpo técnico y los dirigentes de Barcelona, al decir que todavía falta mucho para conseguir la estrella 14.
Ayer al ídolo le jugaron en contra tres factores: la presión de las 50.000 personas que asistieron al estadio Monumental, conocer que Emelec anotaba en Loja y la presencia del arquero Rolando Ramírez, la figura de la noche. A eso se sumaron las versiones de los futbolistas, dichas en el transcurso de la semana, al afirmar que cuando los equipos enfrentan a Barcelona, “se juegan la vida”. Así, Manta se paró en la cancha, como un rival digno y ordenado. No regaló nada.
El plantel del técnico Armando Osma llegó a Guayaquil con la intención de sumar. Y con un hombre menos, desde el minuto 65, por la expulsión de Enrique Romaña, puso a sufrir al equipo del técnico Gustavo Costas, quien no supo cómo encontrar la clave para superarlo.  Barcelona sintió la ausencia de Michael Arroyo, expulsado el partido anterior con el Quito. Ni Narciso Mina y José Ayoví tuvieron el desequilibrio y la potencia de gambetita. Ellos no pudieron concretar los pases de Damián Díaz y de Matías Oyola, quien reapareció en este partido.
Tampoco pudieron superar a la inquebrantable defensa visitante y mucho menos al inspirado golero colombiano Rolando Ramírez, quien sacó pelotas increíbles. Los amarillos estuvieron en la cancha sin ideas, sin funcionamiento, jugando al pelotazo y cuando llegaron con peligro al arco, no estuvieron finos. Mientras que los celestes le apostaron al contrataque a través del delantero Christian Lara, quien originó jugadas de peligro y hasta estuvo a punto de anotar en dos ocasiones.
Así, el ídolo se fue de su cancha, con la desazón de no haber podido sumar tres puntos vitales para aumentar su propósito de levantar la copa. El domingo tendrá otra dura batalla en Ambato cuando enfrente al Macará.
Fuente: El Comercio

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