Los canales locales y regionales asumen un rol protagónico. Por ahora, la “tensión” está en el supuesto conflicto jurídico establecido por Ecuavisa, que insiste en que se violó el convenio.
TC Mi Canal, Gamatv, Ecuador Televisión, Canal UNO y América Visión son las estaciones que transmitirán los partidos del Campeonato Nacional de Fútbol de 2013. Si bien existen convenios con otras empresas televisivas, como Oromar de Manabí, son de tipo operativo. Esto quiere decir que, por ejemplo, esta estación se encargará de la producción de los cotejos que el Manta juegue como local.
Los arrendatarios de los derechos de transmisión son TC y Gamatv, que lograron acuerdos paralelos con Ecuador Televisión, Canal UNO y América Visión. En el caso de Oromar, brindará el soporte técnico durante los compromisos que se jueguen en Manabí. Pero esto, según reza en el convenio, no lo faculta para transmitir los partidos.
En cuanto a los clubes que tendrá cada televisora, en la señal de TC Mi Canal se verán los partidos que en condición de locales jueguen Barcelona, Deportivo Cuenca y Manta Fútbol Club. Gamatv tiene los derechos de Emelec, Liga de Quito e Independiente del Valle.
En Ecuador Televisión se apreciarán los juegos de Liga de Loja, Deportivo Quito y El Nacional; mientras que Universidad Católica estará en la pantalla de América Visión de Guayaquil, único canal entre los mencionados que tiene señal en UHF. Todas las televisoras que pasarán los encuentros tienen cobertura nacional.
Los arrendatarios de los derechos de transmisión también lograron un acuerdo directo con DirecTV, estación de televisión pagada que pasará todos los partidos del Campeonato a sus suscriptores a nivel nacional. Aún no se conoce si esas transmisiones se extenderán al ámbito internacional. Sobre los partidos de la Primera B, a partir del inicio de ese certamen se transmitirán dos de cada jornada. Ecuador Televisión se hará cargo de uno y del otro TC o Gama TV.
Los 16,6 millones de dólares en los que se cotizaron los derechos de transmisión iban a ser pagados en partes iguales por TC, Gama y Ecuavisa. Es decir, poco más de 5’533.000 dólares cada uno. Así se encontraba estipulado en el convenio firmado el 23 de noviembre pasado y que fue comunicado a los directivos de la Ecuafútbol. Y según esto, no había conflicto de ninguna naturaleza.
Pero luego hubo un adendum donde se decide continuar sin Ecuavisa, propiedad del grupo Alvarado Roca. Al parecer, esta televisora tenía un acuerdo previo con Direc TV que doblaba la cifra que el canal del cerro pretendía pagarle a Gama TV y TC. Así lo conoció El Telégrafo a través de una fuente cercana a los canales.
Sobre la cifra no se han pronunciado ni los directivos de Ecuavisa ni de DirecTV. En cambio, los funcionarios de los canales incautados ofrecieron dar respuesta a un cuestionario enviado por este diario para las próximas horas. Ecuavisa no se pronuncia sobre este tema desde que el presidente de la Ecuafútbol, Luis Chiriboga, aclaró el martes pasado que ese organismo no influyó en la decisión de Gama TV y TC.
Ecuador Televisión lo hará esta vez a través de Red Ono (canales 4 y 16), para España. En Estados Unidos lo hará por DirecTV, canales 4, 5 y 7. Existe un trasfondo comercial al que las estaciones privadas de televisión no pretenden renunciar. Según un informe publicado por este Diario en diciembre del 2012, el pautaje en los canales de televisión que transmiten los partidos del torneo local superó los $2,5 millones.
Las marcas ven en el fútbol una vitrina eficaz para promocionar sus productos y ganar más consumidores. El costo de la publicidad durante la transmisión de un partido va desde los $10.000. Lo sintomático de todo esto es que los directivos de varios equipos han mantenido silencio sobre este tema, fundamentalmente porque para ellos ya quedó todo arreglado en la nueva lógica y fórmula establecida por la FEF.
Al tratarse de uno de los negocios que mayor rendimiento económico representa para los canales de televisión, por la publicidad que capturan, también entran en juego los negocios de los auspiciantes. De ahí que este “conflicto” abre un conjunto de tensiones en los clubes.
Tomado de: El Telégrafo
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